Acabo de dejar los niños en el colegio por exigencias del guión, y también
porque a los dos les encanta los días de huelga - más recreo y una peli. Pero
quería dejar claro que apoyo totalmente las reivindicaciones de los docentes.
Una vez más la política se impone a la educación. ¿Por qué no dejar la
educación de los niños en manos de los profesionales? Ellos sí saben lo que
hace falta y lo que sobra.
La asignatura de religión (católica, claro) vuelve a las aulas. Esta
insistencia en primar una religión sobre otra es pedante e irritante. Si no es
intolerancia, es por lo menos desigualdad. Deja la educación religiosa
para las iglesias y el entorno familiar, el colegio está para enseñar, no
adoctrinar.
¿Es la huelga una manera eficaz de protestar? Quizás no, pero es la única
alternativa, ya que las mayorías absolutas, absolutistas, anulan cualquier
atisbo de negociación.
Es una ley impuesta, sin contar con
los profesionales, sin contar con los padres, y sin contar por supuesto con los
niños. Nace muerta, pero su daño causará.
Espero que la próxima ley se haga desde el consenso. Porque de chico me eneñaron que nadie, ni
siquiera el altivo Sr. Wert, es dueño único de la razón.
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